
Si socarras lentamente el estimulo indudable de mi duda, aparecerán miles de cadáveres con la misma fisura, y hasta con el mismo nombre y locura.
Si socarras arduamente el eterno silencio, encontraras pedazos de cuerpos desintoxicados y pudriéndose…
Si emergieran las muertes pasadas, y habitaran en mi mirada, ninguna de ellas podría tapar el resplandor que irradias.
Si emergieran las paredes pesadas, y corrompieran mis ganas, te diría que eres más de lo que demandaba…
Si urgieras profundamente en cada latido, transformarías mi pasmo en algo destacado.
Si urgieras entre mi vestido, yo te daría mi alma y cien paraísos...
Si urgieras dentro de mí, descubrirías que solo tengo mi cuerpo, como una obra de arte imperfecta, como una fuente de expresión incompleta..
Si socarras espinosamente todas mis dudas, aparecen flores abismales llenas de lujuria...
Entre todos los cadáveres de mi rincón, aparece tu adicción y resplandor.
De mis brazos sangrientos y caídos, aparecen gotas de cianuro sustitutivo.
De mis lágrimas doloridas y descobijadas, aparecen gotas de vida desarmadas.
De mis palabras lastimadas, aparecen gritos de desesperanza...
Y la tristeza que irradian todos los cuerpos sin vida que tengo en mi cocina,
no deja de contaminar el estrecho que no te dejo marcar.
Y todos los muertos que dejé en el pasado, fueron un largo camino de aprendizaje recorrido solo para amarte...
Sofía.